Miércoles 17/07/2013 por sergiam
Separadores de ruedas: Límites legales y trámites. Los separadores de ruedas son unos elementos muy usados en el mundo de la competición de automóviles y es que resulta un gran elemento para conseguir aumentar el ancho de eje y garantizar un mayor agarre en situaciones de conducción exigente. Su llegada a los mercados convencionales provocó un cambio en las normas de personalización y los aficionados al mundo de la personalización de vehículos deben tener diferentes aspectos en cuenta a la hora de instalar los separadores de ruedas. Con las últimas normativas establecidas en España, pretendemos resumir los parámetros legales para los interesados en este tipo de accesorios.
Instalando unos separadores de ruedas en nuestro vehículo, aumentamos la estabilidad tanto en rectas como en curvas y por eso se trata de uno de los elementos más populares en competición. Sin embargo, la moda del Tuning ha llevado a considerarse unos objetos de deseo en todo tipo de preparaciones.
Hay que tener claro que no se puede instalar cualquier tipo de separador en nuestro vehículo, y no todos los vehículos son compatibles con las medidas establecidas. A continuación entraremos en detalles para ver realmente si se trata de una opción viable o no para nuestro vehículo.
Tipos de separadores existentes
A la hora de buscar separadores de ruedas, podemos encontrar en cualquier tienda e incluso a través de Internet tres tipos; los separadores simples, los separadores de doble centraje y doble fijación, y los separadores de doble centraje; de los cuales únicamente el último tipo es homologable en un vehículo destinado a la circulación por vía pública.
Por lo tanto, únicamente nos interesan los separadores de doble centraje si el vehículo destinatario queremos que circule de forma legal por el territorio. Estos separadores se caracterizan por que cuentan con centraje en el mismo buje y la llanta del vehículo, consiguiendo así un mejor y eficaz equilibrado de las ruedas.
Proceso de legalización
A la hora de instalar los separadores de ruedas hay que tener en cuenta tanto los puntos a favor como los puntos en contra, y es que el uso de estos elementos puede llevar a la situación de direcciones rotas por un exceso de tensiones de carga. Por otro lado, aumentamos la longitud entre las ruedas, proprocionando una mayor estabilidad, consiguiendo un punto de gravedad más fuerte que el de origen, y además mejoramos también la estética de nuestro vehículo.
Ahora bien, se trata de una reforma de importancia, como el hecho de sustituir el motor de origen por otro compatible, de modo que debemos seguir una serie de pasos para legalizar la reforma.
En primer lugar deberemos acudir a un taller especializado que se encargará de la instalación de los separadores y conseguiremos de este modo el tan necesario certificado de instalación. Este documento garantiza la correcta instalación del elemento, en este caso de los separadores y responsabiliza al taller de cualquier incidente.
Se tendrán que realizar una serie de pruebas tanto de los separadores por separado como una vez montados en el vehículo, y si se aprueban, se conseguirá el informe de conformidad.
Y por último, un ingeniero debe encargarse de hacer un proyecto técnico dónde se reflejan las diferentes modificaciones realizadas al vehículo, aprobando la reforma y asegurando que es compatible con la normativa actual de circulación.
Una vez adquiridos todos los respectivos documentos, podremos acceder a cualquier centro de ITV y proceder a homologar el vehículo con los separadores instalados. En conjunto un proceso muy similar al que nos encontramos en el caso de instalar baquets en nuestro vehículo, y con la homologación realizada, podremos circular de forma totalmente legal.