Jueves 28/04/2011 por S. Ibáñez
No te olvides de los retrovisores tuning: interior y exterior del vehículo para personalizar al detalle tu coche con accesorios modificados. Tanto los interiores como los exteriores (laterales) son susceptibles de cualquier variación. En el mercado existen ya diferentes tipos de espejos tuneados, pero te resultará más divertido si lo personalizas a tu gusto. Los retrovisores no siempre son objeto de tuning, o al menos no es lo primero que tocarías a la hora de modificar tu coche. Normalmente se empieza por la carrocería, las llantas o la tapicería, pero si pruebas a cambiar los espejos dejarás tu automóvil con un tuneado de accesorios muy especial.
Primero hay que tener claro la función real de los espejos, que son imprescindibles para una conducción segura. Cualquier tuneado que realices no debe impedir la visibilidad del retrovisor. Los retrovisores interiores no son tan visibles como los laterales, ya que estos llaman más la atención desde el exterior. Generalmente los retrovisores que vienen de serie con el coche son negros o del mismo color que la carrocería, bastante básicos, pero funcionales. Si los quieres personalizar tienes varios tipos entre los que elegir.
Cada vehículo tiene su modelo de retrovisor específico, aunque se les puede acoplar unas piezas para colocar cualquier espejo en un coche que no corresponda. También puedes optar por los universales, que sirven para varios modelos. Podemos clasificar los tipos de retrovisores dependiendo del material del que estén construidos.
Así, combinando materiales, formas, colores, e incluso añadiéndole un juego de luces LED, tendrás en los retrovisores tu toque personal. Eso sí, observa que todo esté homologado, porque si no, no podrás circular con ellos puestos.